Lo que comenzó como un encuentro entre un par de miembros del CVRC terminó reuniendo a 10 veleros de los cuales 6 eran Victoria más un RG65, un Legend, un Monsoon y un Nirvana II.
Llegado el momento y con un viento muy agradable se lanzaron boyas al agua y se dió la partida, algo muy entretenido e informal. Temprano antes de la largada ya se producía la primera baja, el Nirvana II caía con servo quemado, y no puede ser parte de la largada. Se invita a otro Victoria pero el timonel estaba más interesado en enseñarle las bondades de la vela radiocontrolada a su acompañante que en participar de la regata.
La primera regata parte con 4 botes en el agua ya que los demás se incorporaron a medida que los minutos pasaban. Llegó Juan Pablo con el 111, después Jaime con su Niebla sobreviviente del casi incendio de días antes cuando su servo se inflamó. Don Bernardo también llegó con su entusiasmo de siempre y potenciado con la noticia del evento de las Glorias Navales, donde participa del comité organizador.
Y por supuesto caras nuevas, como Alfredo Cofré quien da sus primeros pasos en Vitacura, y por supuesto Paulo Molina quien no es un desconocido para los que acostumbramos a ir al parque.
El día, más allá de los resultados nos invita a seguir reuniéndonos, a mostrar más del compañerismo que esta disciplina nos provoca, y por sobretodo para mejorar y detener el dominio de BlackJack que ayer fue indiscutido, pero que comparte mucha experiencia y hace de la competencia algo más entretenido. Compartir una regata informal contra buenos timoneles aporta y te estimula a mejorar.