Porto Alegre, Viernes 2 al domingo 4 de noviembre 2018
Estimados timoneles de la Clase IOM chilena:
He tenido la posibilidad y suerte de participar en varios Nacionales y Sudamericanos IOM en Brasil y siempre he tratado de transmitir mi entusiasmo por lo atractivo y competitivo de sus campeonatos, en el mejor ambiente de camaradería y además, en el caso de Porto Alegre, la mejor cancha e instalaciones del formidable Club Jangadeiros, el mismo que será sede del próximo Mundial IOM entre los días 15 al 23 de noviembre de 2019.
Esta vez nos entusiasmamos con varios meses de anticipación 4 timoneles, tres de ellos del sur (notable considerando que el “epicentro” de la clase está en Santiago): Carlos Muñoz, Pablo Walper y el suscrito, más nuestro amigo cubano-santiaguino, Juan Carlos Lázaro, que viajamos juntos como equipo autobautizado como “Los Traucos”. Además se sumó Andrés Bozzo, quien viajó y se hospedó aparte.
Tanto Carlos como Pablo estrenaron sus barcos en este campeonato, un Widget de casco y velas hechas en Chile (Astillero RK+Tato Sails), y un BritPop traído desde España, mientras que yo navegaba por segunda vez mi BritPop do Brasil, que tiene un historial muy particular ya conocido por algunos. Andrés por su lado con el diseño croata, Kantun2, muy nuevo.
Luego de preparar y embalar todo los enseres, cada cual por su lado, viajar a la capital de diversas formas desde el sur y encontrarnos 6:30 AM en el terminal aéreo, pasamos por primera vez la prueba de declarar los equipos antes del check-in, para no tener problemas con Aduanas al regreso. Este aspecto se ha complicado bastante, muy distinto al caso en años anteriores, en que se pasaba fácilmente y ante la pregunta “¿qué lleva ahí señor?” la respuesta era “un modelo de velero a control remoto para armar” o “un modelo de competencia, vengo de participar en el campeonato X.” Y la reacción del hombre de aduana era “ahhh, qué interesante, ¿y cómo le fue? ¿y cómo funciona? ¿debe ser muy caro, no?”… explicaciones varias, que “los hay desde veinte lucas”, que “los hago yo mismo” y al final “qué bien, pase no más señor…” y ¡listo!
Así pasé muchas veces hasta con un planeador RC de 6mts de ala (¡!), hasta septiembre pasado, en que se me pusieron pesados con un “aeromodelo para armar” … esta vez la pregunta clave y fría fue: “¿qué valor tiene? ¿por favor me muestra la factura? Favor pase por acá y me abre la caja.” Uffff… resultado, a pagar derechos con cerca de una hora de trámites y esperas. Con esa lección y ante mi consulta en caso de eventual salida a competencia fuera del país con un modelo de éstos, la respuesta fue: ¡debe declararlo antes de salir! De ahí que esta vez declaramos vía formulario web, más timbre en Aduanas y a la vuelta, cero problema, pero igual abertura de la caja para ver identificación del modelo, si coincidía con el de la declaración (número del casco, o número de vela). ¿Qué entrete, no?
Llegados vía Sao Paulo a Porto Alegre Airport, y pasando intachables por aduanas (creo nos calibraron como “equipo esportivo” con tanta caja de golf y cara de atletas…), a buscar taxi para ir al hospedaje. Taxis grandes no hay señores, sólo medianos, que denominan para “7 personas”, pero en realidad son para 5 máximo y flacos, no hay mais grandes, así es que dos de esos por favor, uno lleno de las cajas hasta el techo y todos los asientos pa‘elante y el guía Pablo Walper, para indicar dirección del hospedaje que él había reservado. Poco más de media hora de viaje rajado, (taxistas unos Senna cualquiera), con algunos tacos y llegamos a la exquisita casona de los padres de Daniel Muller, Vera y Claudio, al ladito del Club Jangadeiros, con borde lago, quincho, piscina, un palto gigante que deja caer unos paltones=aguacateis desde gran altura=¡peligro para cabezas y ropa! ¡Hospedaje de lujo para estos 4 intrépidos timoneiros chilensis! Aparte de eso, los padres de Daniel bellísimas personas, preocupados que estuviéramos bien instalados en el segundo piso de la doña casa, toda decorada por dentro y por fuera con artesanía de cerámica que ella hace, talentosa artista con gran taller en casa, más plantas decorativas, papagayos y una serie de artefactos antiguos tipo museo al aire libre, todo hecho con mucho gusto. Y Claudio con sus interesantísimas anécdotas y aventuras de su gran afición al automovilismo, su participación en el rally por el Sahara con un Brasilia pichicateado, quedando botado en medio del desierto con caja fundida y después auxiliando nada menos que al famoso y sobrado del Stirling Moss de la Mercedes, qué entretenidas historias acompañadas del sabroso lubricante grado 50 marca Wisconsin, importado por míster Jack Daniels, gran amigo de Juan Carlos y que nos acompañó en más de una velada. Claro que entremedio se nos colaba doña Caipi, ¡que con su dulzor cachaziento era irresistible!
Luego de una buena cerveza que Vera nos tenía preparada y nos esperaba hace ratos, a cenar algo en el restaurant cercano, que entre otros ofrecía un magnífico buffet de sushi, que Carlos se encargó de reducir a la mínima expresión en ¡sucesivos ataques fulminantes! ¿Y cómo avisar de la presencia de estos timoneles CHI? Por whatsapp mensaje a Jorge Bercht y Chango, y ya aparecieron con gran jolgorio, abrazos por doquier y se armó la mansa conversa y risotadas (los demás clientes miraban asombrados…). Con ese comienzo y a pesar del cansancio del viaje, después de tal cena no quedaba otra que comenzar con el armado de los aparejos, Uffff, achuntarle a los hilitos , ganchitos y tuerquitas… lo que demoró hasta cerca de las 1 AM, y siguió temprano al otro día, entre bostezo y bostezo.
Desayunazo en cafetería a dos cuadras a las 8 AM, como sería todos los días, muy rico y contundente con zuco de laranja, panecillos de queso, pasteles, panes varios, jamones y frutas… y partimos a las mediciones con todo el cachureo, apoyado el flete de tanta caja y bolsos con la Mitsubishi de Jorge, que reside justo al frente de “nuestra casa”.
Lugar de mediciones: el edificio de la Escuela de Vela (qué envidia esa instalación, ¡mais grande do mundo!), muchos saludos y abrazos con cuanto timonel aparecía, mediciones, conversas y traslado de todo el equipo al frente de batalla, armado definitivo, y ya soplaba buen viento… ¿será para A ó B? Parece que el A aguanta pero al límite, quizás mejor partir con B, ¿qué hacemos? Veamos qué hacen los capos… ¿Denis, Daniel, Alexandre? Ahhh, todos van al B, así es que sin más dudas ¡al B se ha dicho!
Ceremonia de bienvenida, dirigida por el Race Officer, el brasilero residente en EEUU, Fred Rocha, a la vez presidente de la IOM ICA (International Class Association), muy buen discurso del Comodoro del Club, un gran caballero, izamiento banderas y a continuación almuerzo buffet generoso en el Clubhouse y terrazas, lado piscina, de primera, ¡un paraíso para nuestro estimado capitán Carlitos de Puerto Montt!
Y partieron las regatas a lo “seeding races”, sin antes pasar por la obligada “reuniao dos comandantes”. Y más afuera desfilaban unas dos docenas de Laser a regatas zonales, y la Escuela de Vela con un montón de timonelitos en sus Optimist, ¡qué espectáculo!
Fuerte viento sur y oleaje largo, excelentes condiciones para los IOM con aparejo B, track de unos 150m de largo, dos muelles: uno para botadura y otro para recuperación de los barcos, largada y llegada diferenciadas y partimos miércale, ¡pongámole pues! Una regata clasificatoria por flota y luego 3 regatas seguidas (no dió para más por desaparecerse de pronto el viento tipo 4 PM, desde unos 15 nudos a cero en pocos minutos…, con la sorpresa mayúscula de terminar Pablo en el primer lugar, después de algunas lindas y reñidas regatas con Denis y demás capos locales. Es que Pablo logró dominar muy luego su barco, que estrenó ese día sin antes haberlo probado, notable y gran asombro+preocupación en los locales, que se preguntaban ¿y quién es ese timoneiro chileno, de dónde salió este gallo, cómo lo paramos? Es que ni pensar que un extranjero ganara el Nacional local, ¿no?
Y Carlos con algunos buenos aprontes en primeras mangas, y Juan Carlos ya bien consistente, Andrés peleando con su bote y logrando algunas buenas navegadas, primeros encuentros con otros barquiños y así vamos entrando en confianza. En mi caso partiendo con varios enredos en la escota del foque, que no lograba identificar y me dejaron bien relegado.
Al término, traslado de barcos a recinto Escuela de Vela, y luego, suficiente cantidad de cerveza frente a la piscina, entre tallas del Chango, primera zambullida de Carlos (casi rebalsa la piscina), y en la tarde cena temprana en excelente Pizzería con algunos amigos brasileros e infinidad de cuentos.
Mañana siguiente: clarísima condición de aparejo A, que duraría todo el día. Ya estábamos encontrando el punto con el B el día anterior, pero ahora cambiaba todo, a ajustar de nuevo el barco, ¡a poner a punto ese aparejo! Y la cancha distinta, con viento sur y oleaje mediano y algunas roladas importantes… a veces pagaba por la costa, otras por el medio y otras por fuera. Flotas bien parejas y muchos enredos en barlovento y en sotavento, hasta 3 barcos enganchados, unos cuantos gritos desaforados de “aguaaaaaa”, otros gritos del Oficial de Regata llamando al orden (manso vozarrón tiene éste), un par de protestos complicados, etc.
Pablo peleando con su puesta a punto, algunos enganches y toques en boyas, Andrés también con algunas complicaciones, flota A a flota B y vuelta a la A para caer a la B nuevamente. En mi caso no lograba pasar a la A o me echaban a la primera pajuera, seguía con enredos hasta que uno no se deshizo en el agua, abandoné con pura mayor y pude traerlo al muelle con su moño de vieja y descubrir la falla: escota del foque hacía un perfecto loop y se abrazaba magníficamente con el switch lado mástil, mira la tontera, remedio inmediato tipo parche curita y ¡solucionado! Pero al rato otros enredos: gancho de escota mayor se pescó del popel de Gabriel Muller, quedando sin control de la mayor y el famoso ganchito colgado en ese popel, increíble… ¡retirado del campo de juego! Siguientes enredos: el herraje de amantillo invitó a la escota del foque a abrazarse de él, muy gracioso… y estas cosas se deshacen de pronto allá afuera como si nada y después, a adivinar qué habrá sido.
Lección: si hay algo que se puede enredar, pues se enredará, ¡Murphy always present! Traje buena lista de mejoras a mi taller, para no seguir haciendo el loco y eliminar lo que más se pueda todo lo susceptible de enredarse consigo mismo o con otros barcos en aquellos ¡encuentros cercanos del tercer tipo! Tener presente que estos bólidos en popa con vientos de 15 o más nudos llevan 4kg a gran velocidad, surfeando en las olas y difíciles de controlar dentro de un grupo cerrado de unos 4 o 5 llegando simultáneamente al gate, es muy fácil quedar enredados en cualquier cosa, hasta lo más impensable.
Tercer día amanece con “miedoso” viento como del este y luego de una espera se inician unas pocas regatas, con roladas y notorios efectos de corriente que entra desde el río, por lo que se suspenden luego para esperar al viento sur, que aparece franco después de almuerzo hasta el término de la competencia. Después de cerrarse el evento, sube a más de 15 nudos (qué pena no haber soplado así en la mañana para el B), pasando los kitesurfers locales a aprovechar a concho el ventarrón, maniobrando frente a nosotros a velocidades espectaculares de unos 50-60 km/h, más algunos Moth sobre foils, 29er, entremedio algunos aparatosos chapuzones, etc. La gran “Lagoa Los Patos” (¡aprox. 200 km de largo!) es sin duda un escenario ideal para todo lo que tenga vela, desde RC hasta full size de todo tamaño.
Se finito, se acabou la fiesta, a desarmar los barcos, fue muy intensa con las 18 regatas corridas y cada una de éstas caminando unos 600 a 800m, o sea más de 12 km sin contar idas y vueltas al restaurant, baños, cervezas… muy competitiva y dejándonos un saco de experiencias, lecciones e imágenes imborrables. Gran escenario, excelente infraestructura, flota competitiva, el mejor ambiente de camaradería, ingredientes todos claves para hacer de esta aventura una experiencia inolvidable. Pero también hubo algunas debilidades, que los organizadores deberán atender para el mundial que se viene: boyas muy pesadas, que no giraban al toque, fallas de fondeo, cabos de fondeo sueltos cerca de superficie que enredaron varios barcos por el quillote (uno de los afectados fue Pablo, que de ir en la punta terminó último por un tonto boyarín de línea de llegada), ausencia de planilla de resultados por regata, hartos toques de boya no cantados, rescates lentos y cambios de track demorosos, en fin, ¡aspectos importantes y del todo mejorables!
Los top five muy buenos, consistentes y los dos primeros, Daniel Muller y Denis Astbury muy consistentes y parejos en sus resultados, cuasi empate a sólo dos puntos de diferencia, timoneles de primera. Nótese que el barco de Daniel fue pisado por alguien, lo que obligó a parchar el casco por fuera con tape y leyenda “frágil”, igual navegó a las maravillas. Y nuestro crédito de Valdivia, de no mediar dos tremendos enredos, sin duda habría estado dentro de esos mejores cinco, poco faltó, ¡a la otra será!
Discurso de despedida, agradecimientos especiales a organizadores y a los timoneles extranjeros, premios y recuerdos para todos y notable distinción por el Fair Play a nuestro estimado Carlitos Muñoz, ¡muy merecido ese premio! Sin duda destacó la numerosa participación de Chile, la cual llamó en especial la atención de Fred Rocha, el ejecutivo máximo de la IOM a nivel mundial, quien no estaba al tanto de la creciente flota chilena y la calidad demostrada por sus tres timoneles top ten, en especial Pablo, seguido por Juan Carlos y Andrés. Fred, quien además estaba de cumpleaños, nos recomendó preinscribirnos en el mundial apenas se abra el proceso con los timoneles que estimemos, así quedamos en lista de espera y aumenta la probabilidad de acceder a más cupos que ese único que tiene Chile. Pero recalcó la importancia de atender oportunamente los requerimientos de información y participación de Chile en la IOM ICA, responder a sus correos, participar de los procesos de asambleas, consultas, entregar las memorias anuales de la IOM NCA CHI, sus estadística de regatas, barcos de la flota, timoneles certificados, etc. Pega que el directorio y en particular el chairman de turno de la Clase IOM de Chile debe necesariamente atender y mantener al día!
Conclusión: muy valiosa experiencia e inolvidable competencia para este equipazo de “Los Traucos”, en que lo pasamos “chancho”, compartimos y nos reíamos harto, navegamos duro, ampliamos las amistades con los anfitriones, todo reflejado en el capitán Carlos exclamando: “¡es que no quiero que termine éstoooooo, debe seguir, no quiero volver a casa ahoraaaa!” Bueno, ya habrá otra ocasión para volver a ese lindo lugar y esa mezcla de buena competencia y amistosa convivencia. Mientras tanto a aprovechar lo vivido y mejorar nuestra flota y performance, que siga creciendo y subiendo el rendimiento de nuestros barcos y timoneles en esta gran clase mundial de la ISAF, para poner pronto la mira en el Sudamericano 2020, como ya hemos estado comentando.
Muchas gracias a los organizadores por el magno evento, nosotros muy agradecidos por las atenciones recibidas y el acostumbrado grato ambiente vivido. Y en lo personal, gracias a mis otros colegas del equipo de “Los Traucos” por tan grata compañía y convivencia, chitas que lo pasamos bien, tan re bien como para olvidar la tontera de Latam de dejarnos botados en Sao Paulo, ¿no?
Rolf Köster
CHI-67